Una de las noticias que más impacto económico tiene en todo el mundo son las variaciones del precio del Petróleo drásticas como la vivida entre 2014 y 2016 y ahora en 2020. En ambas ocasiones el desplome del petróleo (en 2014-16 «se dejó» más de 70 dólares por barril y en 2020 llegó a cotizar a poco más de 11 dólares por barril) acarreó una serie de consecuencias en la economía, tanto macro como micro, que merece la pena tener en cuenta.

Fuente: https://www.macrotrends.net/2516/wti-crude-oil-prices-10-year-daily-chart
En particular queremos analizar el impacto que tienen estas bajadas de gran magnitud en la cadena de valor de los hidrocarburos o derivados del petróleo, productos que están mucho más presentes en nuestras vidas y empresas de lo que generalmente llegamos a asimilar.
La presencia del Petróleo en nuestra empresa
En este link podemos ver una cadena de valor completa entre el producto más básico (el petróleo extraído o el Gas Natural sacado de la tierra) hasta productos que podemos identificar en nuestra actividad empresarial diaria.
Prácticamente cualquier empresa e industrias están representadas: transporte y logística (combustibles), embalajes plásticos, tuberías y materiales plásticos, PVC, detergentes, limpiadores, disolventes, adhesivos, pinturas, textiles, construcción, aislantes, cosmética, tinta, neumáticos, mobiliario, cableados, inyección de plásticos. Las aplicaciones de los productos derivados del petróleo son tan amplias y diversas que es muy complicado entender toda la cadena de valor.
Los 6 precios claves
Hay, sin embargo, 2 grupos de materiales intermedios que son la base de todas estas aplicaciones. Las Olefinas (Etileno, Propileno y Butadieno) y los Aromáticos (Benzeno, Tolueno y Xilenos). Estos 6 materiales clave tienen un peso y una importancia imposible de equiparar en el resto de la cadena de valor, exceptuando obviamente al propio Petróleo y al Gas Natural, entendiendo y conociendo el precio de estos materiales podemos anticipar precios y variaciones en las aplicaciones finales, que es lo que nos puede interesar.
La correlación entre estos materiales y el precio del pretróleo es prácticamente «perfecta», ya en 2014 se publicó por parte de ICIS (el principal servicio de información de la industria petroquímica) que la correlación entre el precio del pretróleo y el precio del Etileno era del 95%, la del Propileno 97%, Butadieno 90%, Benzeno 92% y Paraxyleno 87%.
Fuente: https://www.icis.com/chemicals-and-the-economy/2014/03/ethylene-prices-96-correlation-oil-prices/
Metodología Cleansheet
La metodología Cleansheet, desarrollada por la Consultora McKinsey, se basa en el concepto del coste «correcto» (en inglés «Should Cost») y consiste en replicar la cadena de valor y el proceso productivo para construir el coste teórico (coste correcto) de un producto y poder compararlo con el precio actual para determinar si hay oportunidades de mejorar el coste empresarial de este producto.
Esta metodología supone un esfuerzo considerable ya que requiere crear un modelo completo para cada producto, algo que es bastante difícil si estamos comprando un producto de aplicación final como por ejemplo el embalaje plástico. Si utilizamos un ejemplo entenderemos la complejidad y el coste de esta metodología.
Imaginemos que somos un fabricante de ventanas de PVC, y queremos validar el precio al que compramos nuestra principal materia prima. Construimos un modelo de Cleansheet para el PVC y encontramos información acerca del proceso productivo y de las principales materias primas (figura 2) y además podemos averiguar que el 57% de la materia prima es Cloruro de Sodio (derivado de la Sal) y el resto Etileno (43%). Hay otros materiales que funcionan como aditivos o colorantes cuyo peso es mucho menor pero no despreciable.

https://www.bpf.co.uk/plastipedia/polymers/pvc.aspx
¿Cómo conseguimos toda esa información y además estimamos los costes y valores que imputar del proceso productivo? ¿Cuántas empresas tienen la posibilidad de crear internamente estos complejos modelos?
Simplificando el modelo
En momentos «inusuales» como los que estamos viviendo ahora, o como los vividos en 2014-2016, podemos simplificar el modelo y enfocarnos en esos 6 elementos claves ya que las grandes variaciones del precio del Petróleo van a provocar, dada su alta correlación, grandes variaciones de los precios de Propileno, Etileno, Benzeno, Tolueno y Paraxilenos. Estos cambios, a su vez, se trasladarán por la cadena de valor y llegarán a las aplicaciones finales.
Volvamos al ejemplo del PVC, y apliquemos el principio «Ceteris Paribus» para todo el proceso productivo y los demás materiales, enfocándonos exclusivamente en la gran variación que ha sufrido el Etileno que recordemos representa el 43% del coste de materia prima. Haciendo el cálculo de la variación del petróleo (en Enero de 2019 estaba a 60 dólares el barril y el 15 de Mayo a 30 dólares el barril) y aplicando la correlación del Etileno podemos asumir que el precio del Etileno ha caído un 47.5% en ese mismo periodo. Si ponderamos este 47.5% por el «peso» de este material en la producción de PVC, podremos estimar que los costes de producción de PVC se han reducido en, aproximadamente, un 20.4% para nuestro proveedor.
Conclusión
Si bien el modelo de Cleansheet nos puede generar una herramienta imbatible en negociaciones con proveedores, es también cierto que resulta difícil y costoso poder crear este modelo de manera efectiva y requiere acceso a información y recursos que no todas las empresas, y menos las PYMES, se pueden permitir.
Afortunadamente, en momentos de gran convulsión en el precio del Petróleo, podemos simplificar este modelo y enfocarnos a los 6 materiales claves (Propileno, Etileno, Butadieno, Benzeno, Tolueno y Paraxilenos) ya que estos materiales tienen una correlación muy alta con las variaciones de precio del Crudo y tienen un impacto muy grande en el resto de la cadena de valor de los petroquímicos.
Enfocarnos en estos 6 materiales y entender cómo el producto que estamos comprando está vinculado con uno de estos materiales es mucho más sencillo, y dado que las magnitudes de cambio del precio del Petróleo son muy grandes (-50% en 2020) nos permiten obtener una herramienta muy poderosa para, con recursos muy limitados, exigir a nuestros proveedores un ajuste de precios en línea con las variaciones reales del mercado.
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